Crónica del fin de semana

La jornada disputada ayer correspondía al día del derbi en el velódromo. El conjunto del lince contra el conjunto del ave legendaria. Partido importante para ambos equipos. Se disputó un partido a rugby seven de tres partes de 10 y una parte amistosa a 12 para que jugaran más minutos.
Las íberas salieron con muchos nervios y sin tener su juego claro, el fénix lo supo aprovechar y castigó con dos ensayos. Poco a poco nos metimos en el partido y conseguimos un ensayo transformado que nos metía en el partido. La segunda y la tercera parte fueron marcadas por el ritmo y la comunicación de las rojiblancas. Esto se tradujo en seis ensayos a favor que dejoó el partido muy favorable. El conjunto azul marino no se rindió y consiguió un tercer ensayo por errores en defensa que se convirtieron en golpes de castigo. El partido finalizó con un resultado de 39-15 con ensayos de Marta (2), Raquel (1), Violeta (1), Vanesa (1), Clara (1) y Maite (1). En resumen, un gran partido jugado por todas y primera victoria del femenino, que ha costado mares de sacrificio, y aún queda gran parte de la liga, en la que el conjunto seguro que va a más, con nuevas incorporaciones.

Ya con la noche cayendo sobre el velódromo, y un frío húmedo propio de esta fechas, le tocaba al masculino disputar el derbi del velódromo. El Fénix, no se confió y sacó a un equipo altamente competitivo. El juego era trabado en los puntos de encuentro y rápido cuando el melón se pasaba entre las manos de los tres cuartos. Las melees eran auténticas batallas.

Fruto de un error defensivo puntual llegaba el primer ensayo del contrario, y minutos más tarde, se anotaba otro, ambos sin transformar. Un 0-10 que asomaba de nuevo los fantasmas de partidos pasados. Sin embargo, el Íbero sabía que estaba haciendo un buen encuentro y conseguía visitar la 22 contraria, sacando 3 puntos por golpe de castigo, a lo que el Fénix contestaba de nuevo con otro, para igualar de nuevo diferencias. Un nuevo golpe a favor, hacía terminar la primera parte con un esperanzador 6-13.

El juego fluía y el Íbero tenía más posesión. Las melees estaban más parejas, e incluso la touch fue relativamente bien, llegando a robar Santi touches contrarias. Pese a ello, errores en defensa hacían que perdiéramos muchos metros y que el Fénix consiguiera dos ensayos más, transformados. De nuevo, una diferencia abultada, 6-27. A partir de ahí vino lo mejor del encuentro, el Íbero aprendió en el partido de ayer a competir, a no bajar los brazos y a ir a por el ensayo. Jugadas a la mano desde nuestra 22, arriesgadas, muy arriesgadas, pero que rompían la línea del Fénix, y nos plantaban en su 22, y una vez ahí, se jugaba con cabeza. Dos ensayos eran conseguidos, uno por Asio y otro de castigo, al recibir Carlos Canudo una «corbata» al borde de la línea. Barbe transformaría el primero, pero no el segundo, dejando un marcador de 18-27.

Tras el saque, el Fénix conseguía otro ensayo más, finalizando el encuentro con 18-32. Resultado que demuestra que seguimos por el buen camino, pero que todavía queda mucho por recorrer.

Mención especial para dos hombres. Nebot, Íbero of the match, por actitud, por juego, por inteligencia táctica…y Manu Royo, que demostró lo que es ser lo que es un integrante del club, ayudando a los entrenadores en el calentamiento y en cuantas cosas fueran necesarias (también Lou, Serrano, Diego López, Álvaro y demás, que ayudaron a que todo estuviera listo para el tercer tiempo).

Lamentar la lesión de Ariete, que esperemos, se recupere pronto.

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