El sábado, a las 13:30h el Íbero pone punto final a su andadura por la Liga Regional. (Pero no a la temporada)
Ha querido ser el tercer y cuarto puesto nuestro último partido. Nos hubiera gustado que no fuera así, desde luego, pero tenemos una última oportunidad para irnos con buen sabor de boca de la Liga (y empezar a preparar la Copa tras el descanso de Semana Santa).
Es cierto que los resultados no han acompañado, y que el equipo no conoce la victoria en este año 2019, pero eso no debe empañar el salto de calidad que el conjunto (habría que decir en realidad, el club por entero) ha dado esta temporada.
Bien es verdad que después de quedarnos campeones de invierno, sin una sola derrota, tras el parón de Navidad, llegó la derrota en Tarazona, pero ésta fue por un punto. El partido frente a Gigantes-Ejea, fue tirado por la borda, con una alineación de circunstancias, perdido por 3 puntos. El partido frente al Fénix fue un 21-7, que fácilmente pudo ser un 14-14. Y por último la primera semifinal frente a Universitario, fue también un partido que con un 26-28, marcaba un empate técnico. Dos partidos, frente a este último rival, han sido los únicos no competitivos, y en donde se ha visto un Íbero abandonado en defensa.
Podemos demostrarnos a nosotros mismos, que esto no es lo que hemos sido durante la temporada, que hemos madurado como grupo dentro del campo, y que cada vez el Íbero está más presente en el rugby aragonés, pero para eso hay que salir con un punto extra de intensidad y con una fuerte seguridad en sí mismo. Con ganas, con muchas ganas de jugar a rugby, con el balón, pero también sin él, y tener una actitud activa durante todo el encuentro.
El equipo, se merece la victoria, después de unas cuantas jornadas de sufrimiento y mucho trabajo y esfuerzo realizado. Esperamos que, pese a no ser buena hora, haya público en la grada animando, y sea un bonito día de rugby.