Un gran fin de semana para ambos conjuntos del club, con sendas victorias por 68-5 y 46-5 en masculino y femenino respectivamente, y que acabó en una gran fiesta en el Loch Ness, (nuestra segunda casa), en honor a la gran temporada del femenino.
El senior masculino se enfrentaba en un embarrado velódromo al equipo celtibérico, el Ingenieros de Soria, que traía nueva equipación a lo más puro estilo «springbok». Los sorianos, a pesar de una temporada más baja que otras veces, pelearon mucho más duro que en otras ocasiones y van de menos a más.
El encuentro empezó con dos ensayos por parte del conjunto rojiblanco y contestado con uno de los visitantes. Sin transformaciones ambos. El Íbero, con buen juego, tanto en fases de delantera como en el abierto, empezó a dominar el encuentro y lo cerró durante la primera parte.
En la segunda, un cierto desgaste entre los minutos 50 y 70 hizo que los sorianos se plantaran en nuestro campo, no obstante, una gran defensa, a veces incluso a cinco metros de línea de ensayo, hacía que se dejara intacta nuestra zona de marca. Aun hubo algún par de ensayos de cara al final.
Gran partido de Víctor, el capitán, con un ensayo a lo más puro estilo Dan Coles, con carrera de 60 metros y contrapié incluido. Sin embargo, es positivo decir que cada vez cuesta menos destacar a algún jugador, puesto que la coordinación empieza a ser casi perfecta. A destacar, una delantera con muy buenas manos, y una línea que ya sabe a lo que juega.
Esperamos que Soria, se lo pasara bien en el Tercer Tiempo y sobre todo desear que no vaya a mayores, la lesión de su segunda línea.
Nuestras chicas viajaron solas hasta Tarazona en su último partido liguero. Cosecharon una victoria por 5-46 que pone un broche perfecto a la temporada de las rojiblancas.
Con un día lluvioso y con escasez de jugadoras, el equipo maño se presentaba con la garra y la ilusión de siempre en el Seminario, campo en el que los encuentros se caracterizan por su dureza. Partido de seven que se iba a desarrollar con tres partes de diez minutos.
Comenzaba la primera parte siendo el balón para las linces. Las chicas de negro con una gran presión defensiva no permitían que el ataque llegara a buen puerto y nos quedábamos encerrados en nuestra 22. Al final, con una jugada rápida, pudimos salir de la presión. De esta manera, pudimos enlazar las fases hasta el ensayo.
Nos tocaba iniciar la segunda parte y tras varias fases de contacto podíamos recuperar el balón y volver a la carga. Esta segunda parte si tenía una dominación íbera clara, haciéndose notar su fuerza en los puntos de encuentro. Se conseguía el bonus ofensivo y se iba a por la segunda misión, irse con el marcador a cero.
Tercera y última parte, ensayo rápido nada más comenzar. Las locales no se dieron por vencidas y querían su ensayo, tras varias fases llegaban a cinco metros de nuestra zona de marca y con fases rápidas y percutoras conseguían posar el oval. “Por cada error, tres aciertos”, con esta filosofía en mente, las nuestras llegaron dos veces más a marca.