En la soleada tarde de ayer, el Íbero sumaba la primera victoria del año, con el resultado de 22-0 ante un esforzado y sacrificado Gigantes de Navarra.
Las acometidas de la delantera íbera eran transformadas en un juego desplegado tras el punto de encuentro, lo que hacía que en
pocas fases se llegara a la 22 contraria. Ese reciclaje del balón en ataque y una buena defensa con placajes ganadores, hizo que el Íbero anotara hasta 4 ensayos por medio de Munu, Nebot, Asio, y Lacambra, siendo transformado el último por Compadre.
En la segunda parte, tras diez minutos iniciales en su campo, una primera expulsión temporal, dejaba al Íbero algo cojo. Cuando aún no se había terminado los 10 minutos del primer expulsado, otra amarilla era recibida en las filas rojiblancas, llegando a estar 13 en el campo. Dicha situación fue aprovechada por el Gigantes, que se plantó en la 22 íbera para no salir. Sin embargo, fallos a la mano les condenaban y placajes en última instancia hacían que no posaran en nuestra zona de marca, algo que desde luego, por posesión, territorialidad e insistencia, se habría merecido el equipo de Tudela.
Esperemos además, que el golpe en la cabeza sufrido por su capitán, no tenga mayores consecuencias, y sea finalmente un «susto».
Mención especial para Álvaro López, capitán la temporada pasada, que estando de erasmus este año, no quiso perder la oportunidad de volver a vestir el rojo y blanco del Íbero, antes de su regreso a Italia.
A pensar ya en el siguiente partido que será el próximo sábado en casa contra Ingenieros de Soria, teniendo jornada también el equipo femenino.