Jarro de agua fría para ambos conjuntos del club.
Empezaban las chicas tempranamente, en un velódromo encharcado, ante un muy difícil rival CDU Unizar. Partidazo de las rojiblancas a pesar de su derrota, un resultado de 17-47 contra las primeras de la liga que no han perdido ni un partido.
Un partido de seven con cuatro partes de 10 minutos, otro encuentro con un gran desgaste físico para las guerreras íberas. Después de las lluvias del viernes, el campo estaba difícil para jugar con lo que se sucedían los errores.
La primera parte era dominada por el conjunto visitante que lograba llegar hasta cinco veces a nuestra zona de ensayo. Nuestras chicas no se encontraron con su rugby pero no bajaron los brazos y tuvieron una única oportunidad que no desaprovecharon.
Entrega de «premios» en el Tercer Tiempo
La segunda y tercera parte nuestras chicas sacaron su mejor juego. Conseguían llegar dos veces más a la zona de ensayo contraria y eran un muro en defensa. De esta manera, las perras verdes no supieron llegar a marca en todo este tiempo.
La última parte, la parte física, nuestras chicas querían seguir demostrando, pero el desgaste físico de tener un solo cambio jugaba en nuestra contra. Las de “uni” lo supieron aprovechar y jugaron muy bien el abierto llegando a ensayo en diversas ocasiones.
El senior masculino, que viajaba a Tudela, iba muy corto de efectivos, debido a lesiones y compromisos laborales o familiares. Nunca se había jugado con tan pocos jugadores, y no íbamos en las mejores condiciones. Manu Royo había trabajado en turno de noche y Asio, con molestias en la espalda, se sumaba para que tuviéramos un cambio, que hizo falta, al lesionarse Adri a los pocos minutos de empezar el encuentro. Otro lesionado añadido a la larga lista, que sumó el entrenamiento del miércoles al medio melé Diego López.
Así pues, el partido fue tremendamente disputado, con una primera parte que acabaría 0-0, con mucha posesión por parte de Gigantes de Navarra y una presión incansable cuando teníamos el balón, que no nos hacía jugar cómodos en las abiertas. La melé en este primer periodo fue claramente dominada por el Íbero, no así la touch, en la que no estuvimos finos.
En la segunda parte, hubo una buena reacción rojiblanca durante los primeros 15 minutos, con mucho más orden y agresividad en los puntos de encuentro, especialmente en los rucks. Quizá fuera ésta la clave del partido, y decir que hubo una batalla en la que no salimos vencedores. Esos minutos de dominio no se reflejarían en el marcador, al errarse un golpe de castigo, y una posesión a 5 metros de la zona de marca que acabaría en avant. Sí, por contra, lo hicieron los Gigantes, que en el ecuador de la segunda parte romperían el partido marcando dos ensayos transformados. Un ensayo de Asio lo contrarrestó, pero sin transformarse por parte de Compadre (que sin embargo, estuvo muy acertado en la toma de decisiones de zaguero, y jugó con gran coraje), nos obligaba a seguir empujando para obtener el bonus defensivo. En los últimos instantes, una jugada que parecía, podía hacer llegar ese ensayo, fue recuperado por el ala de los tudelanos, quien se iría directo bajo palos.
Resultado final:21-5. Queda mucho trabajo por delante. Lo positivo es que no consiguieron bonus. No podemos permitirnos ya ningún fallo y en Zaragoza, en la última jornada, debe ganarse, y con bonus. Puede ser un final de temporada muy emocionante, sólo si realizamos el camino adecuado.
Buen partido también de Luis Aznar (que sigue mejorando) y de Andrés Beltrán, que jugó muy «tocado» 60 minutos, en la difícil posición de 9, y que fue de menos a más durante el encuentro.
Mención aparte, Román, arbitró su primer encuentro en el femenino Fénix-Quebrantahuesos. El primer árbitro que aporta el club, que es símbolo de crecimiento y buena aportación a nuestro «pequeño» rugby.