Tras el encuentro de nuestro femenino, y el que jugaba el Fénix de División de Honor B, tocaba el turno a nuestro conjunto masculino, frente al Universitario.

Al partido se acudió con bajas. Jugadores importantes aún no se han recuperado de sus lesiones, y otros se cayeron de la lista por diversos motivos. Sin embargo, los jugadores asumieron perfectamente el rol de un auténtico jugador de rugby, el de sufridor, es más, el de sufrir desde la humildad.

Los primeros compases del partido, fueron posesión nuestra y ganando terreno. Tanto que el Uni cometía golpes de castigo. Una primera ocasión se presentaba para Charly, que tuvo que sobrellevar el papel de pateador, sin haberlo sido anteriormente, y lo llevó de una forma notable. A pesar de que fallaba el primero, se conseguía un nuevo golpe, ya que tras el saque de 22 de los azules, un muy atento Nacho Ibáñez, taponaba el saque y volvíamos a su 22. Esta vez sí, Charly, anotaba los 3 primeros puntos del partido para el Íbero.

No obstante el Uni se plantaba en nuestro campo, y conseguía un ensayo sin transformar. A su marca, el conjunto local, le respondió volviendo a ganar terreno y fruto de una muy buena touch, seguida de un maul que avanzó metros, hizo daño en la defensa del Uni, cuando Víctor se escapaba y rompía la defensa. Bien apoyado por Asio, éste consiguió aguantar la posesión, que tras abrirlo, era posado en la zona de ensayo por Nebot bajo palos. Charly transformaría, devolviendo la ventaja en el marcador para los rojiblancos.

Tras esos 20 minutos de bastante dominación íbera, el Uni tiraba de oficio y posaba dos balones más sin transformar, terminando así la primera parte.

La segunda, empezaba bien para nosotros, pues en el primer ruck, la delantera del Uni era castigada con un golpe de castigo. Una pena que el tiro a palos se fuera a izquierda de los mismos por muy poco margen. Después, hacía mella el desgaste físico y se empezaba a acusar algo la falta de cambios, (no por los que enteraron, sino precisamente, por no haber tenido más gente que entrara). Tres ensayos más eran posados por el Uni, frente a uno nuestro, bastante trabajado, con más combinación entre delantera y tres cuartos que el primero, siendo Pablo Calahorra el que materializó el mismo, pero originado por el «robamelees» Carlos Orgaz. También hay que mencionar que tras golpes de castigo que cometía el Uni, una muy buena ruptura de la línea defensiva rival por Luis Valer hacía que ganásemos metros. Sin embargo los errores, debidos más bien a la falta de fondo físico que a la percepción táctica del juego, hacía que cometiéramos avant dos veces en sus 22, privándonos de un tercer ensayo.

Resultado final: 17-32.

Después del partido, tradicional tercer tiempo en The Penguin Row de ambos equipos, femenino y masculino, que esperamos, fuera un buen descanso de los exámenes, y

Sentimiento de que seguimos creciendo y vamos en progresión pero que aún se pueden hacer las cosas mucho mejor. Contentos pero no satisfechos. A seguir trabajando.